La arena de sílice es totalmente distinta a los otros tipos de arena para gatos. Cuando hablamos de sílice estamos hablando de una combinación entre una molécula de silicio y otras dos de oxígeno. Su color, por lo general, es blanco, y es por este motivo que a la arena de sílice también se la conoce como “arena de cristal”.

Y es en esa precisa característica donde encontramos el toque distintivo con las otras arenas. Cuando la arena está limpia, será de color blanco. En el momento en que nuestro gato orina sobre ella, ésta se vuelve de un color amarillento. De esta manera vamos a poder identificar muy rápidamente la arena limpia de la sucia.

Por otro lado, hay que decir que la inmensa mayoría de arena de sílice son absorbentes, no aglomerantes, pero el gel de sílice tiene un poder de absorción muy fuerte que atrapa tanto la humedad como los olores de una forma muy eficaz, por lo que no hay ningún problema en que no sea aglomerante. Podemos decir que esta es la arena perfecta cuando no tenemos mucho tiempo para ir retirándola. Los olores quedarán mucho más retenidos y no necesitaremos una limpieza tan frecuente. 

Para quien es una arena perfecta es también para aquellos gatos que tienen problemas respiratorios, como los gatos asmáticos, ya que esta es la arena que menos polvo produce.

A continuación os explicamos todas sus ventajas: