Este es un aspecto básico y fundamental, no sólo para nuestro gato sino que también para nosotros mismos. Pero vayamos primero con quien lo va a utilitzar. Teniendo en cuenta que el minino necesita de promedio unos 30 cm2 de arena limpia, habrá que mirar bien cómo de grande es el arenero y cómo de grande es nuestro gato. Si nuestro gato aún es pequeño, deberíamos comprarlo con la perspectiva de que nuestro pequeñín va a crecer, y actuar en consecuencia comprando uno que le sirva cuando sea adulto. Otra opción es adquirir un arenero más pequeñito hasta que crezca. 

Si vemos que nuestro gato tiene dificultades para girar, y no tiene espacio suficiente para moverse sin pisar sus desechos, es porqué el arenero no es lo suficientemente grande para él o ella. 

En cuánto a nosotros, deberíamos tener claro donde vamos a ubicar ese arenero, y tener claro que, tanto por su tamaño, forma y lugar, no nos va a resultar una molestia en nuestro hogar. Cómo podéis ver en el post dedicado a los tipos de areneros que existen, los hay diferentes, y seguro que todos encontramos el arenero que encaje tanto con nuestro gato como con nuestro hogar.