Árboles rascadores para gatos

No sabemos si llegas a esta entrada después de que tu minino te haya destrozado algún que otro mueble y cortina en casa, porqué acabas de abrir las puertas de casa a un nuevo amiguito peludo, o porqué estás pensando en que un gatito en casa es la mejor compañía que podrías tener tú y tu familia, y quieres tener todos los detalles pensados al milímetro.

Sea como sea, te diremos que adquirir un rascador para gatos es lo más inteligente que podemos hacer si no queremos que nuestros sofás y cortidas sean víctimas de sus garras. Además, un rascador no tiene porqué ser simplemente un rascador, ya que podemos encontrar torres y árboles rascadores que pueden convertirse en un parque de atracciones y zona de descanso para nuestro minino.

En esta entrada te vamos a dar unos consejos para acostumbrar a nuestro gatito a utilizar el rascador. ¡Vamos a ello!

¿Cómo hacer que mi gato use el rascador?

Te vamos a explicar nada más y nada menos que 11 consejos para asegurarnos de que tu minino escoge el lugar correcto para afilar sus uñas: el rascador para gatos.

Igualmente, no debemos olvidar que cada gato es un mundo, y lo que puede funcionar para uno no tiene porqué funcionar con otro. Puede ser que a algunos gatos les funcione alguno de los consejos que os vamos a explicar, y a otros les funcione otros. Sea como sea, esperamos que después de la lectura de esta entrada sepáis como guiar a vuestro minino para afile sus uñas donde deben hacerlo.

Vamos allá con los consejos para que no os suceda lo del siguiente video, en el que un gatito copia lo que hace el gato adulto: ¡rascar sus uñas en el sofá!

1. Empezar lo más pronto posible. Partimos con ventaja si, a quien hay que enseñar dónde rascarse las uñas, es un gato pequeñito y no un gato adulto. Ya has visto en el video anterior que el gato más joven imita lo que hace el adulto, así que nunca deberemos dejar que sea éste último quien sirva de ejemplo si el ejemplo es malo. De todas formas, es posible hacer cambiar de hábitos a un gato que tiene malas costumbres, con paciencia, perseverancia, y siguiendo unos buenos consejos.
2. Nunca obligarle. Primero de todo tenemos que tener en cuenta que nunca, pero nunca, podemos obligar a nuestro minino a hacer algo. Te ponemos un ejemplo: ¿sujetar sus patas y pasarlas por el rascador es una buena idea? La respuesta es “no”. Lo que tenemos que hacer nosotros/as es incentivarlos, pero nunca obligarlos. Si un gato se siente obligado a hacer algo, percibirá esa experiencia como mala, y el rascador como un lugar del que alejarse.
3. Estabilidad del rascador. Tampoco les va a hacer mucha gracia rascar en un lugar que se tambalea mucho, es por ello que deberíamos asegurarnos de que el rascador que adquiramos tiene una base lo suficientemente pesada como para que la fuerza que nuestro minino haga contra éste no sea lo suficiente como para moverlo.
4. Situación del rascador. Escoger un buen lugar donde colocar el rascador también es parte del proceso de aprendizaje. Lo más fácil es poner el rascador allí dónde nuestro gato ya ha empezado a rascar. Es decir, si el minino afila sus uñas en un mueble en especial, lo mejor será poner el rascador justo al lado. Si el gato es un recién llegado a nuestra casa, podemos enfocarnos más en buscar un lugar tranquilo, pero que sea bastante accesible para él. Si no hemos acertado con el lugar, y el gato empieza a rascarse en el sofá, deberemos intentar, en la medida de lo posible, situar el rascador cerca del sofá.
5. Golosinas y juguetes. Nuestra estrategia es llamar la atención de nuestro minino. ¿Qué mejor manera que incertivarlos a través de golosinas y juguetes? Estas pueden servirnos como “cebo” si las ponemos, no solamente alrededor del rascador, sinó por los diferentes niveles y plataformas del árbol.
6. Premios. En el segundo punto te explicamos que no es bueno obligar al gato a hacer algo, ya que puede asociar el estar cerca de una zona en especial como algo malo, y conseguiremos que intente evitar el lugar a toda costa. De lo contrario, si después de rascarse en el rascador, le damos un premio, asociarán ese lugar como un sitio dónde le suceden cosas buenas, e intentará repetir su comportamiento para conseguir más premios.
7. Catnip. Rociando el rascador con catnip atraerá el interés de nuestro minino.
8. Sé un ejemplo. Con ésto nos referimos a que muestres a tu gato como te rascas tus propias uñas en el rascador, para que le apetezca probarlo a él mismo y se de cuenta de lo mucho que le va a gustar (esperemos).
9. Altura adecuada. Seguramente habrás visto muchas veces la imagen de un gato rascándose las uñas a la misma vez que estiran todo su cuerpo. Una altura ideal es, pues, aquella en la que el minino va a poder engancharse a la parte superior del poste y poder estirar su cuerpo al completo mientras lo hacen.
10. ¿Tienes más de un gato? Entonces lo mejor es tener un rascador para cada uno de ellos. Eso es así porqué cada uno de ellos dejan señales olfativas cuando rascan, algo que les incentiva a volver al mismo lugar.